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Secuelas físicas y psicológicas Post-Covid 19

El síndrome post COVID-19, puede afectar varios órganos del cuerpo por varias semanas o meses después de la infección aguda ocasionada por el virus.



Nunca antes, una pandemia ocasionada por un virus, había afectado de manera tan estratégica distintos órganos del cuerpo, causando un caos y un desorden utilizando al propio sistema inmunológico para atacar a nuestro organismo. Se ha detectado, que el COVID, ocasionara micro trombosis y con ello una inflamación severa en los riñones, el páncreas, e hígado.


A pesar de que el virus provoca innumerables síntomas y afecciones, según Sergio Alberto Mendoza Álvarez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, se pueden presentar secuelas, tiempo después de haberte contagiado. Entre dichas secuelas podemos encontrar:


Secuelas musculares


La afección muscular, es una de las secuelas más importantes de esta enfermedad. Podemos identificarla como el cansancio, la debilidad y la dificultad para moverse; igualmente, dificultad para respirar, la sensación de ahogo, o falta de aire luego de alguna actividad física mínima, que en muchos casos se debe al déficit en la fuerza muscular, y al deterioro de los pulmones.

También se puede presentar fibrosis pulmonar, que dependerá del grado de afectación; si éste ha sido extenso, se hará acompañar de disnea, es decir, falta de aire a largo plazo, sobre todo si no se tuvo una rehabilitación en los pulmones.


Consecuencias neurológicas


Ahora bien, desde el punto de vista neurológico, pueden darse otro tipo de secuelas como la anosmia, esto es, la pérdida del olfato por una molestia directa del virus a nivel del sistema nervioso central; una parte de este se inflama y ocasiona una disminución o pérdida del olfato.

Esta secuela puede durar de dos a cuatro semanas y en ocasiones, permanece durante meses, detalla el especialista. Otra consecuencia que puede dejar COVID-19, es la cefalea, un dolor de cabeza que puede presentarse entre un 40 y un 60% de los pacientes. Del 2 al 5% puede padecer cefalea crónica después de haber padecido coronavirus, llegando a ser, incluso, incapacitante.

Lo anterior, se debe a la liberación de unas proteínas denominados citocinas, producto de la inflamación posterior a la infección viral. Igualmente, otra de las afectaciones neurológicas es el Síndrome de Guillain-Barré, enfermedad del sistema nervioso poco común en el cual el propio sistema inmunitario de una persona daña las neuronas y causa debilidad muscular y en ocasiones, parálisis.

En este caso, añade, Sergio Mendoza, puede existir dificultad para caminar, moverse y también problemas de sensibilidad, de los cuales, los pacientes pueden tardar meses y en ocasiones años para recuperarse. En algunos casos, es posible que haya infarto cerebral cuyas secuelas podrían ser permanentes si no se tiene una rehabilitación temprana.

“Hemos observado en algunos pacientes que la inflamación a nivel de los vasos sanguíneos del sistema nervioso ha sido tanta, que llegan a obstruir las arterias del cerebro ocasionando un infarto o en algunos casos, derrame cerebral. Estas, son las secuelas de tipo neurológico”.


Afecciones en la piel


El haber padecido coronavirus también puede dejar secuelas cutáneas. En este contexto, los pacientes han llegado a referir una urticaria, es decir, una erupción que consiste en lesiones básicas que aparecen en la piel. Existen de diferentes tipos, dependiendo del color y de la textura que presenten.

Aún después de haber sido dados de alta, subraya el especialista, pueden presentarse este tipo de manifestaciones en la piel. Una de las más severas es la necrosis, es decir, los vasos sanguíneos se obstruyen por una inflamación importante, ocasionando la muerte de una parte del tejido corporal.

También podemos encontrar, como una secuela frecuente, la caída de cabello o alopecia, sobre todo en pacientes mujeres después de haber presentado un cuadro severo del virus. La recuperación puede tardar semanas e incluso meses.


Secuelas cardiológicas


Igualmente, están las secuelas de tipo cardiológico. Una de ellas, puede ser disfunción del nodo sinusal, esto significa que el corazón comienza a latir más lento; puede suceder en las fases agudas o incluso, en las fases finales de la infección.

De estas secuelas, es frecuente que los pacientes tarden un tiempo considerable en recuperarse, pues la frecuencia cardiaca puede estar entre 30 ó 40 latidos por minuto, y si se llegara a sentir mareo o desmayo, podría requerirse un marcapasos. Esta situación no es tan frecuente, pero puede llegar a presentarse.

La miocarditis, por su parte, es una complicación que puede darse entre los pacientes contagiados de coronavirus. Se trata de una inflamación severa en el corazón que a veces podría derivar en un infarto o en insuficiencia cardiaca, como parte de las secuelas.

Secuelas psicológicas


Es común que los pacientes presenten episodios de estrés, ansiedad, o paranoia, sobre todo si estuvo hospitalizado por varios días, o perdió uno o varios familiares a causa del coronavirus.

“Cuando han pasado eventos agudos del padecimiento, además de los anteriores, también se presenta ansiedad o depresión por el impacto psicológico de haber estado aislado y hospitalizado por un tiempo prolongado”. Reforzó el Doctor Sergio Mendoza.


Son secuelas reversibles


Estas afectaciones prolongadas, en su mayoría, no son para siempre; algunas de ellas tienen una duración de dos a tres meses, otras, de dos a tres semanas. Esto es importante que se sepa, para que, quienes padezcan este tipo de secuelas, no tengan una preocupación excesiva o ansiedad, entorpeciendo su proceso de recuperación.


Fuente: ciencia.unam.mx

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